Monterroso es genial, y no espera a que
abramos el libro; con el título ya nos ha ganado. Sabemos que lo suyo son las
palabras: escogerlas, retorcerlas, exprimirlas, juntarlas y crear con ellas el
cuento más corto y más comentado de la historia de los cuentos.
Pero no debemos conformarnos con el
dinosaurio, hay mucho Monterroso desternillante y derrochando ironía en textos
como “Mister Taylor”, “Sinfonía concluida” o “Primera dama”.
Es pura genialidad “El eclipse”, breve pero
con un final perfecto. También de antología “Leopoldo (sus trabajos)”, un
cuento parodiando a un escritor de cuentos.
Escribir sobre Monterroso es inútil y osado.
Ahí están sus textos. Aunque solo sean las siete malditas palabras. Ahí está
todo (y nada)*.
*El sopor del mundo, la capacidad de
sorpresa, los ojos del alma…, o simplemente, un dinosaurio que no se ha movido.
Augusto Monterroso
Obras completas (y otros cuentos)
Barcelona, Anagrama, 1998